Economía digital y su impacto en el PIB
- paolaortegaandrade
- 6 jun
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 12 jun
Poner aranceles a plataformas como Temu es como poner una curita a un herido de guerra
En la era de la inteligencia artificial, donde los datos son el nuevo petróleo y la innovación avanza más rápido que la legislación, aferrarse a viejas recetas económicas es, sencillamente, suicida. Mientras algunos países impulsan impuestos a las plataformas tecnológicas bajo la bandera de “protección del comercio local”, la verdad es que el mundo ya se mueve a otra velocidad. Y Ecuador, con su estructura productiva rezagada y su baja adopción tecnológica, corre el serio riesgo de quedarse fuera del mapa si no actúa con decisión.
📉 La economía digital ya impacta el PIB global. ¿Y Ecuador?
A nivel mundial, según el World Economic Forum la economía digital representa entre el 4.5 % y el 15.5 % del PIB, dependiendo del nivel de desarrollo y digitalización de cada país. Un análisis de Forrester (2023–2028) prevé que la economía digital alcanzará USD 16.5 billones, lo cual representará cerca del 17 % del PIB global para 2028. En América Latina, aunque hay avances, el promedio apenas supera el 2 %, y en Ecuador ni siquiera existen cifras oficiales recientes que indiquen cuánto aporta este sector al PIB.
Mientras Colombia lidera en la región con políticas activas de transformación digital, inversión en talento y presencia de hubs tecnológicos, Ecuador aún discute si permitir que ciudadanos vendan por redes sociales o si poner aranceles a apps extranjeras resolverá el déficit comercial.
📉 La “t chica” ya no alcanza
Ecuador opera aún con una “t chica” en tecnología: adopta lo que puede, cuando puede y como puede. Esto ha permitido cierto acceso a internet y herramientas básicas, pero está muy lejos de generar capacidades productivas reales basadas en datos, IA, software y automatización.
Países como China, con su “T grande”, han hecho de la tecnología un asunto de Estado. Pero incluso economías más comparables a Ecuador, como Vietnam o Estonia, han entendido que la soberanía tecnológica no se logra con discursos, sino con inversión en infraestructura, talento, marcos regulatorios modernos y colaboración público-privada.
La IA no solo es una herramienta para grandes corporaciones, es también una oportunidad histórica para democratizar el acceso al conocimiento, al financiamiento, a la educación personalizada, a la salud digital, y mucho más. Pero este potencial solo se libera si se invierte a tiempo.
🛤 El camino que Ecuador debe recorrer (rápido)
El tiempo juega en contra. La economía digital tiene una curva de aprendizaje acumulativa: mientras más tarde se empieza, más difícil es alcanzar a los que arrancaron antes. Y el procesamiento de información no se ralentiza. Por eso es urgente:
Generar capacidades locales en datos, IA, automatización y comercio electrónico.
Fomentar talento digital y capacitar a jóvenes, trabajadores y emprendedores para esta nueva era.
Modernizar la infraestructura digital del país.
Crear un entorno regulatorio y fiscal moderno que incentive la innovación, no que la castigue.
Medir lo que importa, como el peso real de la economía digital en el PIB.
🌍 Ecuador es pequeño… pero no irrelevante
Es hora de romper el mito de que “Ecuador es muy pequeño para jugar en las grandes ligas”. Alemania, el motor económico de Europa, tiene una población comparable y demuestra que el tamaño no limita el liderazgo, si existe visión.
Además, el talento ecuatoriano es muy valioso y se lo debe retener en el país. Solo falta abrirle camino, acompañarlo con inversión y quitarle las trabas normativas y culturales que aún lo ahogan.
Por eso, y con el objetivo de impulsar la competitividad del país, hemos creado Global Future Commerce, un espacio para conectar innovación, talento, tecnología y oportunidades. Creemos que Ecuador puede no solo participar, sino destacar en la economía digital si se actúa ahora.
⚖️ Una decisión de país
La revolución industrial tardó más de un siglo. La revolución de la IA tomará apenas una década. Está más democratizada, más accesible… pero también más despiadada con quienes se rezagan. Esta es una decisión de país:
O nos movemos ahora, o quedamos mirando cómo otros lideran nuestro propio futuro.
Por: Paola Ortega Andrade, CEO | Global Networking
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